miércoles, 11 de noviembre de 2009

La educación como instrumento integrador.







Si de algo fue consciente Helen Kellen( la primera sordo-ciega de la que se hizo una película, "El Milagro de Anna Sullivan"), es de que la educación es un elemento fundamental para conseguir la integración social de las personas con discapacidad. Por ello, en su testamento, quiso que la dote económica que dejaba se destinase a la construcción de un centro que se preocupase de que las personas discapacitadas en general, y las personas Sordas en particular, se encontrasen con las menores dificultades posibles a la hora de cursar sus estudios. Así es como se crea la fundación de Heller Kellen para la Educación. Su objetivo primordial es llegar a convertirse en un referente, tanto para la sordera como para la ceguera. Impulsa la Lengua de Signos y coordina los distintos avances biomédicos junto a las nuevas tecnologías adaptadas a éste tipo de personas. Poco a Poco se está consolidando como una auténtica red de colaboración internacional.

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